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domingo, 8 de junio de 2025

Belinda en el suelo y borracha

El señor Pocket tenía una vecina que se llamaba señora Cailer. Esta contó a Pip que para el señor Pocket había sido un duro golpe verse en la necesidad de instruir alumnos en su casa, pero que no era el caso de Pip.

También le dijo que la señora Pocket necesitaba mucho lujo.


Los hijos del señor Pocket eran cuatro niñas y dos niños, otro muy pequeño y el que estaba a punto de nacer.

La señora Pocket, mientras se comía una naranja, dejó al más pequeñito que jugara con un cascanueces, a pesar del peligro que corría de que se pudiera hacer daño en la cabeza.

Esa misma tarde había un concurso de remo en el Támesis y Pip quería participar.

Por la noche les esperaba la cena y sucedió algo en la casa que hizo que no lo pasaran del todo bien. Se dieron cuenta que Belinda, la cocinera estaba borracha, tendida en el suelo de la cocina, con un paquete de mantequilla para venderla.


Teresa Ribello




domingo, 1 de junio de 2025

¿Por qué fruncimos el ceño?

Fruncimos el ceño cuando estamos en desacuerdo con algo o enfadados. Pero está relacionado con nuestra evolución como especie y con la comunicación entre los seres vivos, siendo esta la más importante.


Antes de que pudiéramos comunicarnos con el lenguaje hablado, se utilizaban los gestos.

Desde siempre, el ceño fruncido ha demostrado desaprobación o tensión, sin necesidad de tener que hablar.

También, al fruncir el ceño, las cejas se acercan, los ojos se protegen  y se ve mejor.  Además, sirve para proteger los ojos del sol, el polvo y la lluvia.

Un inconveniente puede ser la desaparición de amigos, que con el tiempo se puede producir si practicamos este hábito.

También podemos dar una imagen negativa hacia los demás, debido al estrés o la tensión, y a la vez, todo eso puede afectar a nuestro bienestar físico y emocional.


Teresa Ribello




lunes, 26 de mayo de 2025

La casa del señor Pocket

La señora Pocket estaba leyendo, sentada debajo de un árbol. Herbert le presentó a Pip. Esta le recibió muy bien.

Cuando Flopson y Millers recogieron los niños en la casa, aparece el señor Pocket para conocer a Pip.

El señor Pocket enseñó a Pip la habitación que había destinada para él, la cual era muy agradable y estaba muy bien amueblada. También le enseñó las otras dos habitaciones, las cuales estaban ocupadas por Drummle y Startop. 


Parecía que el poder de la casa estaba en posesión de los criados. Tenían un sistema bastante agradable. Ellos parecían evitar los posibles problemas, a cambio, claro, de comer y beber bien.

El señor Pocket dio cursos en Londres a varias personas que estaban faltas de instrucción o que no tenían muchos estudios. Con lo que ganaba haciendo tales actividades podía mantener modestamente su casa.


Teresa Ribello

GG.EE., Charles Dickens



domingo, 18 de mayo de 2025

Paseo por la playa

- Amigo, no puedo expresar con palabras lo bien que lo he pasado la tarde de hoy -dijo María-.

- ¿Ha merecido la pena tu salida? -preguntó Manuel-.


- Ha sido fantástico. Además me ha quitado toda la tensión y estrés que tenía acumulada -dijo María-.

- ¿Cómo estaba el mar? -preguntó Manuel-.

- Estupendo, muy calmado, aunque tú ya sabes que me encanta ver el mar embravecido... -dijo María-. Su color no era el azul de la semana pasada. Al estar el cielo entoldado, el agua se veía gris, pero muy bonito.

- ¿Había mucha gente? -preguntó Manuel-.

- ¿Que si había gente? Abarrotada. Hoy hemos tenido 25 grados, dentro de algunos días tendremos 30 y a medida que avance el verano pasaremos de los 40, como mínimo -dijo María-.

- ¿Hiciste ejercicio? -preguntó Manuel-.

- Sí, unas cuantas flexiones, de esas que me enseñaste en el gimnasio -dijo María-.

- Muy bien -dijo Manuel-.

- Después, cuando llegó la hora de comer, como no había preparado nada en casa, ni había quedado con nadie, me metí en el restaurante de la calle Sagasta, que a ti te gusta tanto -dijo María-. Por cierto, a ver si quedamos un día de estos, después del trabajo, se come fenomenal -dijo María-.

- Hecho -dijo Manuel-.

- Me tomé un sandwich de marisco con guacamole, exquisito. Lo tienes que probar -dijo María-.

- Por supuesto.


Teresa Ribello

domingo, 11 de mayo de 2025

Distingamos

Aunque parezca que tienen el mismo significado, las palabras país, nación y Estado son cosas diferentes.

Las diferencias tienen que ver con la geografía, la cultura o la política.

Cuando hablamos de país nos estamos refiriendo a un territorio, donde las personas que viven en él comparten idioma, leyes y costumbres. Utilizamos estas palabra para nombrarlo.



La palabra nación tiene que ver con otro aspecto, como lo cultural o seña de identidad, (lengua, historia, tradiciones, etc.). Además, una nación puede estar extendida entre varios países.

Luego tenemos el Estado, con un significado político y de organización, que ejerce su autoridad en un territorio, con sus leyes correspondientes, organización policial, parlamento, instituciones judiciales, etc.

Teresa Ribello

domingo, 4 de mayo de 2025

Conociendo a Herbert

Herbert propuso a Pip cambiar a este su nombre por el de Haendel, como el músico, a lo que Pip contestó que sí.

Llegó la cena, bastante apetitosa. Haendel se sentó frente a él.


Mientras comían, Herbert le daba algunas lecciones sobre cómo comportarse en la mesa.

Herbert era un asegurador de barcos, un capitalista, en la City. Dijo que estaba dispuesto a comprar acciones de compañías de seguro sobre la vida, dedicarse a las minas y traficar con las Indias Occidentales, que era un tráfico muy interesante y se alcanzaban muy buenos beneficios. Dijo que desde la oficina hay la posibilidad de observar alrededor.

El lunes, Herbert se marchó a la oficina y Haendel le acompañó: la oficina tenía un aspecto muy triste y no tenía muy buenas vistas. Después fueron a comer a un conocido establecimiento, para luego dirigirse a la Posada de Barnard.


Teresa Ribello

domingo, 27 de abril de 2025

Secuestrando a tu propio jefe

El campo estaba totalmente verde. Había llovido mucho ese año. Los alrededores de la casa eran preciosos, sobre todo por las rosas de todos los colores que adornaban el recinto.

Los señores Brown nos habían invitado a cenar esa noche. Para entrar y salir de casa tenemos que pasar todos los días por delante de su casa.



Cuando pasamos esa mañana había un coche de policía parado delante de la puerta. Vimos a la señora Brown moviendo la cabeza de un lado para otro, suspirando y un tanto preocupada. No quisimos parar, por no entrometernos en el asunto.

Al parecer, nos enteramos después que el señor Brown, que era aficionado a la navegación, había tenido encerrado en su barco a su jefe durante veinte días, en represalia por el mal comportamiento que había estado teniendo con él durante el tiempo que estuvo trabajando en su empresa.

Todo a cambio de dinero. No llegó a cobrar el rescate. Por lo visto la policía lo descubrió mucho antes. Y su mujer, sin saber nada...

Teresa Ribello

Belinda en el suelo y borracha

El señor Pocket tenía una vecina que se llamaba señora Cailer. Esta contó a Pip que para el señor Pocket había sido un duro golpe verse en l...