Me ha parecido sugestivo poder volver a leer un libro que me cautivó, y de alguna manera cambió mi vida en muchos aspectos.
Se trata de La leccción de August, de R.J. Palacio. Es un libro que me llenó de ternura, mucha compasión y superación de cosas que pueden hacer daño en tu vida.
Más que nada porque se trata de un niño pequeño, tan vulnerable, pero que a la vez es fuerte y aprende a superar las adversidades que se le presentan en la vida.
El ejemplar que yo tengo es de la editorial Nube de Tinta.
August se siente como un niño normal, pero, en principio, le molesta bastante que la gente se quede fijándose en su cara deformada.
Hasta siente que su familia tampoco le ve como alguien normal, porque ven que hay algo irregular en su cuerpo.
El pequeño, con solo diez años ha tenido que pasar por muchas operaciones y tendrá que pasar por algunas más.
Sus antiguos amigos le siguen saludando. Hay otros que no.
Me llama mucho la atención: "Todo aquel nacido de Dios vence al mundo", una frase muy esperanzadora para todo aquel que se vea en una situación parecida.
Me conmueve mucho el hecho de que para su madre, August tiene unos ojos bonitos...(pág. 19)
Teresa Ribello.
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