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domingo, 3 de marzo de 2024

Su rincón favorito///Pan con manteca

En aquel rincón solo estaban ellos dos almorzando, como de costumbre, junto a la ventana que daba a la playa. El menú incluía muchas cosas, entre ellas, ensaladilla de mejillones a la pimienta. Era el plato favorito de los dos en aquel lugar. 


Todavía era invierno y el tiempo iba diciendo que llovería en cualquier momento, por los nubarrones que iban apareciendo poco a poco.

Más tarde tendrían una cita con unos amigos para ir a la inauguración del festival de teatro que se hacía anualmente en la ciudad. Acudirían, además de actores noveles, algunas estrellas ya reconocidas. Incluso, algún que otro actor y actriz retirados de la escena a los que se les tenían reservado hacer un merecido homenaje.

- Esta noche nos iremos a la cama un poco más tarde -dijo Martina-.

- Sí, todo terminará sobre la una, según me han informado. Además, incluirán un pequeño espectáculo musical -dijo Juan-.

- Vámonos dentro, que va a llover -dijo Martina-.


Teresa Ribello.


                                                     *********


La hermana de Pip tenía veinte años más que él. Le gustaba castigarle. Pip había pensado que había obligado a Joe Gargery a casarse con ella.

Joe Gargery tenía una forja al lado de su casa de madera. La hermana de Pip usaba un bastón llamado Thickler para castigarle.


- ¿Dónde has estado, mico asqueroso? -preguntó la señora Joe-. Ya es bastante desgracia ser mujer de un herrero, sin ser tampoco tu madre.

Aunque tenía hambre, pensaba que no podría comer todo el pan con manteca que su hermana le estaba untando porque debía guardar algo para el terrible desconocido del cementerio. Entonces, se guardó aquel trozo de pan con manteca en su pantalón.

Nunca le dejaban una vela para subir a dormir y pensaba que no se libraría ni de aquel terrible hombre del hierro en la pierna ni de su todopoderosa hermana.

Cogió todo lo que pudo de la despensa y salió por la puerta de la cocina que comunicaba con la fragua. También cogió una lima, de entre las herramientas de Joe y marchó a los marjales, donde se encontraría con aquel espantoso hombre.


Teresa Ribello.

Grandes Esperanzas, Charles Dickens.




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