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domingo, 5 de mayo de 2024

Las antorchas se apagaron

 Ya en los marjales, con el frío y la nieve de fondo oyeron unos gritos. Los soldados corrían y Joe los seguía.

El sargento exclamó que allí estaban los dos fugitivos. Pip los conoció enseguida.


Los dos presos iban separados y custodiados por algunos hombres. El señor Wopsle quería regresar pero Joe quería llegar al final, así que siguieron acompañando a los soldados.

Durante el camino llegaron a una cabaña con fuego y bien iluminada. Había un guardia que preguntó "¿Quién vive? y el sargento contestó con el santo y seña.

El sargento comunicó todo lo ocurrido. El penado a quien Pip llamaba "el otro" salió para ir a bordo acompañado de su guardia.

El bote regresó para llevarse al otro penado. Las antorchas se apagaron como si todo hubiera terminado ya.


Teresa Ribello.

GG.EE., Charles Dickens.

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