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domingo, 16 de junio de 2024

A casa de la señora Havisham

 El tío Pumblechook tenía previsto llevarse a Pip esa misma noche a casa de la señorita Havisham, con objeto de que el chico haga su fortuna.

Su hermana lo lavó y secó con toallas, se puso su traje de ceremonias y fue entregado al señor Pumblechook.

Pip se despidió de Joe y se fueron en el coche.

Esa noche durmió en la buhardilla del señor Pumblechook, la cual tenía muy poca altura. A la mañana siguiente, en el desayuno, a Pip le pareció el señor Pumblechook un tanto desagradable, porque además de estar influenciado por la hermana de Pip, le dio mucho pan y muy poca manteca, y mucha más agua que leche.

A las diez salieron para casa de la señora Havisham. La casa era muy vieja y de ladrillos. Pip llamó a la puerta y oyó una voz desde dentro que le pedía que entrara.


Teresa Ribello.

GG.EE., Charles Dickens.








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