El equipo mecánico no funcionaba bien; clasificadoras, envasadoras, etc. no marchaban.
- Carlos, ¿por qué no te encargas de la reparación del equipo? Si seguimos a este ritmo no terminaremos para Navidad de envasar todos los dulces -dijo Javier, su jefe-.
- Javier, no soy yo el responsable de ello. ¿Para qué tenemos el equipo de mantenimiento? -dijo Carlos-.
- Sí, pero no podrán solucionarlo todo -dijo Javier-. Tenemos que mostrar para el cuatro de diciembre el funcionamiento y procesos de fabricación de los productos al ministro y no podemos entretenernos más tiempo.
- ¿No pretenderás que lo arregle? Soy un simple operario de envasados y porque alguna vez haya logrado dar con el fallo de alguna máquina, no me vais a utilizar para averiguar lo que ocurre en toda la maquinaria...-dijo Carlos-.
Carlos se fue a desayunar.
- No te dejes pisotear, Carlos. Encima, luego ni te lo pagan. Es mucho trabajo. Que no se aprovechen de ti -dijo su compañero de envasado-.
Teresa Ribello
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