Durante el camino por los marjales, Biddy y Pip se encontraron con Orlick, cosa que no agradó mucho a ninguno de los dos, así que le dijeron que no querían que les acompañase.
Biddy preguntó a Biddy por qué no le gustaba Orlick y esta contestó que creía que le gustaba a Orlick.
- En cuanto me ve, -dijo Biddy- empieza a rondarme.
A partir de entonces, Pip empezó a vigilar a Orlick, y en cualquier oportunidad que se presentaba, allí acudía Pip para impedirlo.
Pip se daba cuenta que Biddy era mucho mejor que Estella.
También apreció que no debía avergonzarse por su vida sencilla y honesta. Su rechazo hacia la fragua había desaparecido y pronto llegaría a ser socio de Joe, en compañía de Biddy.
Teresa Ribello
GG. EE., Charles Dickens