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domingo, 12 de enero de 2025

Visita inesperada

En el cuarto año de aprendizaje, una noche de sábado, estando Pip y Joe en Los Tres Alegres Barqueros, apareció un extraño caballero que quería hablar con ellos. El caballero era el mismo que Pip encontró en la escalera de la casa de la señorita Havisham. Tenía el cutis oscuro, pobladas cejas, barba y bigote.

El caballero quería tener una conversación particular con ellos dos. Prefería que fuera en casa de Pip y Joe. Así que salieron de Los Tres Alegres Barqueros con dirección a casa.

Su nombre era Jagger y era abogado de Londres, muy conocido.

Vino a decir que tenía instrucciones de comunicar que Pip tendría un estupendo porvenir, tendría considerables bienes. El actual propietario de esos bienes quiere que Pip abandone su casa para educarse como caballero. Siempre llevaría el nombre de Pip.

Pip dijo que no tendría inconveniente.

El caballero le dijo que no debía indagar la identidad de la persona bienhechora, o sea, la persona a quien deberá su espléndido porvenir.


Teresa Ribello

GG. EE., Charles Dickens








sábado, 4 de enero de 2025

Accidente con nieve

 - Me siento en la necesidad de contar lo que me pasó el otro día cuando estuve en Madrid con mis amigos -dijo Pedro-.

- Pero si no me has dicho nada -dijo Silvia-.

- No te preocupes, no fue nada, simplemente fue una decisión que tomamos de pronto.

- Menos mal que Madrid se encuentra ahí al lado, pero aun así debes avisarme -dijo Silvia-. Bueno, ¿qué es lo que pasó?

- Había mucha nieve por la carretera y muy poca visibilidad, por la niebla -dijo Pedro-. Sancho tenía que estar constantemente conectando el limpiaparabrisas por los copos de nieve que empezaban a caer a esas horas de la tarde.

- Sancho es la persona menos indicada para conducir, sabiendo el problema de visión que tiene en estos momentos. ¿Por qué no se lo impedisteis? -dijo Silvia-. Seguro que me vas a decir que tuvisteis un accidente.

- Al ser los primeros copos de nieve, el suelo estaba muy resbaladizo y... Sancho no pudo detener el coche a tiempo, cuando de repente, colisionó con el coche que teníamos delante.

- No te has llevado ni un rasguño. No me has comentado nada -dijo Silvia-.


- No quería preocuparte. Preferí dejarlo para otro momento. Por cierto, Sancho ya se encuentra bien del impacto. Tan solo le ha quedado un leve dolor cervical -dijo Pedro-.


Teresa Ribello

Visita inesperada

En el cuarto año de aprendizaje, una noche de sábado, estando Pip y Joe en Los Tres Alegres Barqueros, apareció un extraño caballero que que...