- Silvia, ¿te acuerdas cuando nos encontramos la última vez en el trabajo? -preguntó Rosa-.
- Sí, cuando me contaste todo lo que te ocurrió en el trabajo, con aquella compañera -dijo Silvia-.
- Pues ahora me ha ocurrido otra cosa -dijo Rosa-.
- Dime.
- He quedado excluida de la bolsa de trabajo -dijo Rosa-.
- ¿Qué me dices?
- Como te digo. Pero el fallo ha sido mío. Por lo visto no hice el autobaremo correctamente -dijo Rosa-.
- Pero, ¿cómo se te va a olvidar eso tan importante? -preguntó Silvia-.
- No sabía que había que hacer el autobaremo y tampoco se me informó de nada. Menuda racha llevo. Menos mal que me dirigí al sindicato y allí me pudieron ayudar. Introdujeron todos mis títulos y los enviaron al Registro Único. Dentro de dos o tres meses saldrá el listado definitivo de admitidos y excluidos, y ya veremos lo que pasa...-dijo Rosa-.
- Seguro que tienes suerte, Rosa -dijo Silvia-.
- En el sindicato fueron muy amables conmigo, me transmitieron mucho ánimo -dijo Rosa-.
- Sabes que te deseo lo mismo, amiga. Muy pronto te llamarán de nuevo -dijo Silvia-.
Teresa Ribello
No hay comentarios:
Publicar un comentario